Una persona dogmática es aquella que mantiene sus creencias sin la menor concesión. Esta actitud se caracteriza por la defensa de que hay verdades absolutas y que el ser humano está capacitado para conocerlas. El dogmatismo es frecuente en personalidades paranoides. En un sentido despectivo, se le llama dogmática a aquella persona o institución que es inflexible, intransigente, y cuyas ideas y opiniones son inobjetables.
Características de una persona dogmática
- Inflexibilidad: Una persona dogmática se aferra a sus creencias sin importar las pruebas o evidencias contrarias.
- Intransigencia: No está dispuesta a escuchar y considerar otras opiniones.
- Inseguridad: La rigidez en sus convicciones se debe en gran medida a una falta de confianza en sí misma y en sus capacidades para adaptarse al cambio.
- Miedo al cambio: La idea de que sus convicciones puedan ser cuestionadas genera una gran ansiedad y por lo tanto se resisten a aceptar nuevas ideas.
- Falta de empatía: No se ponen en el lugar del otro y suelen juzgar y criticar a aquellos que no comparten sus creencias.
Actitud dogmática
El término «dogmático» se usa en un sentido despectivo para referirse a aquella persona o institución que es inflexible, intransigente, y cuyas ideas y opiniones son inobjetables. Es algo indiscutible, fidedigno, innegable, que no admite réplica o cuestionamiento. Es una actitud que no permite la discusión ni el debate, ya que se considera que se posee «la verdad» absoluta y no hay necesidad de considerar otras perspectivas.
¿Cómo es ser una persona dogmática?
Para una persona dogmática, sus creencias son fundamentales en su vida. No está dispuesta a ponerlas en discusión y se siente amenazada cuando alguien trata de cuestionarlas. Esta actitud puede venir de una falta de seguridad interior y una necesidad de sentirse en control de su entorno. Es importante destacar que una actitud dogmática puede generar conflictos interpersonales, ya que suele cerrarse en sí misma y no está dispuesta a escuchar otras perspectivas.
¿Cuál es el origen del dogmatismo?
El dogmatismo puede tener su origen en la religión, la filosofía, la política o cualquier otra área en donde se sienta la necesidad de afirmar una verdad absoluta. En el caso de la religión, por ejemplo, se cree que Dios ha revelado la verdad y esa verdad debe ser aceptada sin discusión. En el caso de la filosofía, el dogmatismo se deriva de la creencia en que existe una verdad absoluta y que se puede conocer a través de la razón.
¿Cómo se relaciona el dogmatismo con el escepticismo?
El escepticismo es la corriente filosófica que enfatiza demasiado la duda y la relatividad del conocimiento humano, mientras que el dogmatismo subestima la relatividad del conocimiento y rechaza la idea de que no existe una verdad absoluta. Ambas posturas se encuentran en los extremos, ya que el escepticismo puede llevar a la parálisis de la acción y el dogmatismo a la imposibilidad de aceptar nuevos conocimientos. La actitud más saludable es la de permitirse dudar y cuestionar las verdades que se dan por sentadas, mientras se mantiene una mente abierta ante nuevas perspectivas.
Preguntas frecuentes
¿El dogmatismo es lo mismo que el fanatismo?
No necesariamente. El fanatismo implica una actitud extrema que lleva a la persona a actuar de forma violenta o irracional en defensa de sus creencias. El dogmatismo no tiene por qué llegar a ese extremo, aunque puede ser una postura que genere conflictos interpersonales.
¿Cómo se puede tratar a una persona dogmática?
Ser tolerante y comprensivo con sus creencias manteniendo un diálogo respetuoso. Es importante no forzar la discusión y tratar de comprender su punto de vista.
¿Es posible cambiar la actitud dogmática?
Sí, es posible a través de la reflexión, la apertura a nuevas perspectivas y la práctica de la empatía. Es un proceso que requiere de un esfuerzo consciente por parte de la persona dogmática.
¿Qué problemas puede generar el dogmatismo en la sociedad?
La actitud dogmática puede generar conflicto y división en la sociedad. Cuando las personas no están dispuestas a considerar otros puntos de vista y creen que tienen «la verdad» absoluta, se cerrarán a la posibilidad de encontrar soluciones que puedan satisfacer a todos. Es importante fomentar el diálogo y la tolerancia para construir una sociedad más justa y compasiva.