El Lenguaje Vulgar es una modalidad lingüística muy utilizada en ámbitos informales y relaciones cotidianas, caracterizado por el uso de vulgarismos, palabras incorrectas, incompletas o mal pronunciadas. Esta modalidad lingüística tiene como principal característica el estar alejada de las normas lingüísticas consideradas estándar y aceptadas por la sociedad.
Cómo reconocer el Lenguaje Vulgar
El Lenguaje Vulgar se identifica por la utilización de palabras y expresiones consideradas inapropiadas en ámbitos formales. Algunos de los ejemplos más comunes son:
- Uso incorrecto de nexos y preposiciones.
- Frases sin sentido.
- Palabras malsonantes o insultos.
- Exceso de muletillas o rellenos.
- Uso incorrecto de expresiones en idiomas extranjeros.
Diferencias entre Lenguaje Vulgar y Coloquial
Es común confundir el Lenguaje Vulgar con el Coloquial, sin embargo, ambos poseen diferencias significativas. El Coloquial es una modalidad lingüística utilizada por las personas en su vida cotidiana para comunicarse con amigos y familiares, respetando las normas del lenguaje y suele cometer algunas incorrecciones.
El Lenguaje Vulgar, por el contrario, se caracteriza por transgredir de manera constante las normas lingüísticas y por poseer una carga semántica vulgar y ofensiva.
¿Qué es un vulgarismo?
Un vulgarismo es una incorrección lingüística en el Lenguaje Vulgar. Estas incorrecciones pueden ser de tres tipos: fonéticas, semánticas y morfosintácticas.
Vulgarismo Fonético
Es la incorrecta pronunciación de una palabra debido al desconocimiento de las reglas del idioma o a problemas de vocalización. Algunos ejemplos de este tipo de vulgarismo son:
- Utilizar la velar «g» como si fuera «j».
- Desaparecer la «d» intervocálica.
- No pronunciar consonantes finales.
Vulgarismo Semántico
Es la utilización de palabras fuera de su contexto o significado para dar a entender otra cosa. Algunos ejemplos de este tipo de vulgarismo son:
- Utilizar la palabra «coso» para referirse a un objeto sin especificar.
- Utilizar la palabra «malo» para referirse a una persona sin escrúpulos.
- Utilizar la palabra «válido» como sinónimo de «valioso».
Vulgarismo Morfosintáctico
Es la utilización incorrecta de una construcción sintáctica en una oración. Algunos ejemplos de este tipo de vulgarismo son:
- Utilizar «haber» en lugar de «a ver».
- Utilizar «menos» en lugar de «si no».
- Utilizar «vi en lugar de «ve».
Preguntas Frecuentes sobre el Lenguaje Vulgar
¿Por qué es importante evitar el uso del Lenguaje Vulgar?
El uso del Lenguaje Vulgar puede generar una mala impresión en los demás y generar conflictos con personas que consideran ofensivo su uso. Es importante evitarlo en ámbitos formales como el laboral o académico.
¿Es correcto utilizar el Lenguaje Vulgar en situaciones informales?
Utilizar el Lenguaje Vulgar en situaciones informales dependerá del contexto social y cultural en el que se utilice. En ciertos grupos sociales, su uso es común y aceptado, sin embargo, esto no significa que sea correcto a nivel lingüístico.
¿Por qué se considera vulgar el lenguaje soez y grosero?
El Lenguaje Vulgar suele ser ofensivo para algunas personas porque su contenido semántico está orientado a la ofensa, al posible descrédito o al desprecio. Por esta razón, se tiene la creencia de que es un lenguaje impropio para alguien educado y refinado.
¿Hay diferencias regionales relacionadas con el Lenguaje Vulgar?
Sí, en cada región y cultura, existen palabras y expresiones que son consideradas vulgares pero que en otras son utilizadas sin problema. Por esta razón, el Lenguaje Vulgar puede variar dependiendo de la zona geográfica en la que se utilice.
Ejemplos de Lenguaje Vulgar
- «M’hijo fue al dotor».
- «No me j***s».
- «Tengo una resaca del c*****o».
- «Es un hijo de p***».
- «Estuvo bien chido».
En conclusión, el Lenguaje Vulgar es una modalidad lingüística con una gran carga semántica ofensiva y que se aleja de las normas lingüísticas aceptadas por la sociedad. Si bien su uso puede estar aceptado en ciertos ámbitos sociales, es importante evitarlo en contextos formales y respetar las normas lingüísticas aceptadas para una comunicación adecuada y efectiva.