Para entender qué es lo que hace un garzón, debemos saber que se trata de una figura importante dentro de los establecimientos de hostelería y restaurantes. Un garzón o mesero es la persona encargada de atender y servir a los comensales durante su estancia en un restaurante. A continuación, describiremos con mayor detalle las funciones y responsabilidades que un garzón lleva a cabo en su día a día:
Toma de comandas
Una de las funciones principales que un garzón realiza es la toma de comandas. Es decir, el garzón debe tomar nota de los pedidos que los clientes solicitan, ya sean bebidas o alimentos, para posteriormente transmitir esa información al personal de cocina. Es muy importante que el garzón sea ordenado y riguroso en la toma de comandas, ya que un error en este proceso podría retrasar el servicio y degradar la calidad del mismo.
Servicio de comidas y bebidas
Una vez la comanda ha sido tomada, es responsabilidad del garzón hacer entrega de los platos y bebidas solicitadas por los clientes en la mesa correspondiente. Es en este punto donde la figura del garzón cobra mayor importancia, ya que debe interactuar con los clientes, servir con diligencia y rapidez, garantizando así una correcta experiencia de servicio.
Recogida de mesas
Una vez que los clientes han concluido su comida o cena, el garzón es responsable de retirar los platos y vasos vacíos, limpiar las mesas y puesta a punto de la mesa para el próximo cliente. Es importante que el personal de sala recoge las mesas con rapidez, de forma ordenada y sin distracciones para evitar esperas y tiempos muertos en la dinámica del restaurante.
Cobro y atención al cliente
Otra función de un garzón es la atención al cliente. Un buen garzón debe ser cordial y amigable con los clientes, atender sus preguntas y brindarles una experiencia agradable en el restaurante. Además, es responsabilidad del garzón entregar la cuenta a los clientes, recibir los pagos y procesar las transacciones de forma eficiente y rigurosa.
¿Qué habilidades y aptitudes debe tener un buen garzón?
Buena disposición y actitud
Un buen garzón debe tener una actitud positiva y estar siempre dispuesto a brindar un excelente servicio al cliente. El personal de sala se relaciona directamente con el cliente, por lo que una sonrisa y buen trato es básico para que los clientes se sientan cómodos y atendidos. Ser una persona proactiva, dinámica y diligente son características bien valoradas en un buen garzón.
Conocimientos de protocolo y buenas costumbres
El empleo en hostelería requiere un conocimiento de normas de etiqueta y protocolo básicas. Por lo tanto, un buen garzón debe estar actualizado sobre estos conocimientos para poder aplicarlos en el día a día de su trabajo. Saber cómo tratar a los clientes, cómo presentar platos y bebidas, conocer normas básicas de presentación personal, son habilidades que deben poseer los trabajadores que aspiren a ser buenos garzones.
Flexibilidad y adaptabilidad al cambio
En el mundo de la hostelería, puede haber imprevistos o cambios de última hora, y es muy importante que el garzón esté preparado para adaptarse a estas situaciones. La flexibilidad ante el cambio permite al garzón estar siempre alerta y poder llevar a cabo su trabajo con eficacia, incluso en situaciones inesperadas.
Preguntas frecuentes
¿Es necesario tener experiencia previa para ser un garzón?
No es necesario poseer una larga experiencia previa para ser garzón, pero sí es valorado positivamente. Un garzón que cuente con experiencia previa siempre será mejor valorado debido a que conoce mejor las dinámicas del trabajo y puede desempeñarse con mayor fluidez en su labor.
¿Es posible especializarse dentro del trabajo de garzón?
Sí, es posible especializarse dentro del trabajo de garzón. Existen cursos de capacitación y formación específicos para garzones, que le permiten al trabajador conocer detalles y peculiaridades del oficio, lo que puede facilitarle la realización de su trabajo y, en consecuencia, mejorar su desempeño.
¿Qué habilidades se buscan en un garzón?
Entre las habilidades que se buscan en un garzón destacan la atención al detalle, la rapidez en la toma de decisiones, la capacidad de trabajar en equipo, la buena disposición y la cortesía en el trato con los clientes.
Un garzón es una pieza clave en el engranaje de cualquier restaurante que se precie. Su labor contribuye en gran medida a la calidad del servicio y a la satisfacción del cliente. Para ser un buen garzón, se requieren habilidades tanto técnicas como interpersonales, que permitan llevar a cabo su trabajo de forma fluida y eficiente.